Etapas de la historia del derecho del laboral
Etapa de la Represión:
En esta primera fase, se proscribió todo intento de
los trabajadores de presionar en el mercado; se calificó de sedición,
conspiración y otras figuras delictivas, los intentos de huelga y de
organización. Se persiguió a los líderes obreros y se trato de
sofocar esos movimientos. En plena vigencia de la plena libertad de
comercio y trabajo, cualquier presión o interferencia eran mal vistas.
Etapa de la tolerancia:
Obedece a un cambio en la orientación del Estado.
Ya no se perseguía a los movimientos obreros, pero tampoco se les protegía ni
se creaban leyes que los regulasen. Sencillamente se les ignoraba, salvo cuando
con sus actuaciones afectaban el orden público. Se empezaba a aceptar que el
derecho de Libre Asociación también podría ser invocado por los trabajadores
como por cualesquiera otros ciudadanos. Se imponía si, el encuadramiento de sus
actividades perjudicaba el orden público establecido.
Etapa de la Legislación:
A principios del siglo XX, emergió el
concepto de derechos sociales y comienzan los gobiernos a reconocer el empuje
del movimiento colectivo laboral. Quizá la realidad de no poderse oponer al
mismo, o el interés político de aprovechar ese movimiento, o las mismas
presiones sociales tan convulsionadas, a finales de siglo, el hecho fue que aquellos
movimientos anteriormente perseguidos, marginados, e ignorados, ahora serian
reconocidos por la ley. Ese movimiento legislativo tuvo á su vez dos frases: el
de reconocimiento a nivel ordinario y una culminación de que fue llamada Constitucionalización
- EVOLUCIÓN
(ETAPAS) DEL DERECHO DEL TRABAJO, diferenciadores
Desde su
desprendimiento del derecho común, el proceso evolutivo que ha conocido el
derecho del trabajo se produce entre los siglos XIX y XX. La doctrina clásica
ha distinguido en este proceso tres etapas claramente diferenciadas, de acuerdo
con la perspectiva con la que el Estado ha afrontado la cuestión social: la
primera llamada de la prohibición; luego una de tolerancia y finalmente una de
reconocimiento, cuyas características propias las describimos a continuación:
Etapa de la prohibición
Esta etapa
tiene como principales protagonistas a los sindicatos
Como organizaciones de trabajadores
constituidos en defensa de los intereses de los trabajadores y al Estado
liberal, que empezaba a consolidar su propia legitimidad sobre la base de la soberanía
o monopolización del poder. Si alguna función había sido asignada al Estado por
la ideología liberal abstencionista fue precisamente la de mantener el orden
público para evitar cualquier interferencia en el desenvolvimiento de las
fuerzas del mercado. En ese proceder esquizofrénico, el Estado abstencionista
pasó por encima de su propia ideología al reprimir severamente a las
organizaciones colectivas de trabajadores. Era común encontrar tipificado en
los diversos códigos penales a la sindicalización como una forma de atentado contra
el orden público. Con toda propiedad, el mexicano Mario de la Cueva ha
De nominado a
este momento de la historia como “la etapa heroica del derecho del trabajo”,
pues muy a pesar de la actitud represiva
Del estado
frente a los sindicatos, estos persistieron en su pugna por alcanzar
condiciones humanas en el trabajo.
Etapa de la
tolerancia
En algún
momento, sea porque la presión social ejercida por los sindicatos era demasiado
evidente, por el arraigo democrático de algunos Estados o por el interés de estos
de preservar el orden establecido, la represión sindical cesó y se suprimieron
las sanciones que pesaban sobre los sindicatos. Sin embargo, esto aún distaba
de la aceptación de las manifestaciones sindicales. En esta etapa la actitud
permisiva de los estados respecto de la cuestión laboral encontró en paralelo
una creciente preocupación por la recopilación de información estadística,
mediante métodos de encuesta o registros administrativos, que devino en formas
de intervención cada vez más intensas, primero con la llamada intervención científica
en las relaciones laborales, que se plasmó en la elaboración de informes
elaborados por connotados sociólogos que daban cuenta de la problemática
laboral, todo lo cual fue sustrato para la formulación de posteriores
propuestas normativas para la regulación del trabajo.
Etapa del
reconocimiento
Llegado el
momento, el estado empezó a intervenir decididamente en las relaciones
laborales, reconociendo un conjunto de derechos laborales. Los primeros derechos
de este tipo en reconocer fueron precisamente los relacionados a la jornada
mínima,
El goce del
salario, la prevención y reacción frente a los accidentes de trabajo. En cuanto
a las relaciones colectivas de trabajo, el estado empezó a establecer
condiciones básicas para el desarrollo de las actividades sindicales. De esta
etapa puede decirse que enfocaba al conflicto de intereses entre empleadores y
trabajadores ya no como una patología, sino como un hecho consustancial alas
relaciones laborales. En ese sentido, la intervención estatal en las relaciones
laborales se consolidó a través de la creación de la Autoridad Administrativa
del Trabajo, órgano del aparato estatal que se especializaba en la
administración de las contingencias en torno al trabajo, como los conflictos
entre trabajadores y empleadores. Es necesario anotar que no en todos los
contextos nacionales la evolución del derecho del trabajo ha seguido las tres
etapas descritas. Antes bien, la historia de cada país ha sido distinta y las
vicisitudes presentadas en cada realidad implicaron muchas veces retrocesos en
dicha evolución. Pueden citarse los casos de Alemania, donde en pleno siglo XX,
el régimen nazi suprimió los sindicatos alemanes. Otro caso notable es el de
México, donde el reconocimiento de data antigua del que gozan los sindicatos se
contradice con una legislación que se ha mostrado tradicionalmente represora de
las actividades sindicales en ese país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario